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VIII Encuentro Internet: Turismo & Internet: creando valor PDF Imprimir Enviar a un amigo
 VIII Encuentro Internet: Turismo & Internet: creando valor

Los destinos turísticos inteligentes fueron los protagonistas del VIII Encuentro Internet: "Turismo & Internet: Creando valor". Un elevado índice de asistencia puso de manifiesto el interés que despierta tanto el turismo como las nuevas tecnologías que, a día de hoy, van dados de la mano. Antonio López (Segittur), Jesús Gatell (CEIM) y Miguel Errasti (ANEI) fueron los encargados de abrir esta jornada que contó con dos mesas redondas. 
 
Miguel Errasti, presidente de ANEI, abrió la jornada agradeciendo a los asistentes su presencia. Acto seguido tomó la palabra Antonio López de Ávila, presidente de Segittur, que afirmó que el año pasado el sector turístico tuvo un record de turistas y de ingresos. “Lo que convierte a España en un país interesante en el que invertir”.

“El petróleo de España es el Turismo”

Antonio López de Ávila entró rapidamente en materia sobre los destinos inteligentes. “El petróleo de España es el turismo”, aseveró. De hecho, continuó, el portal Spain.info es un gran avance de la información turística en España y un ejemplo claro de colaboración público-privada. “Estamos haciendo historia y creando algo nuevo gracias a la introducción del sector turístico en Internet”. Este portal permite que un turista que está en cualquier parte del mundo pueda generarse su paquete de viaje sin haber llegado al país de destino.

La importancia de la cercanía con el cliente

Jesús Gatell, presidente de la Comisión de Turismo, Ferias y Congresos de CEIM, fue el siguiente en intervenir. “Hablar de Internet me produce el síndrome de Stendhal”. Un síndrome que hace perder los sentidos al individuo que es expuesto a obras de arte, especialmente cuando éstas son particularmente bellas o están expuestas en gran número en un mismo lugar.


Poco a poco se fue entrando en materia y así aparecieron los llamados “nativos digitales”. Un término del que Gatell no se puede sentir más alejado. “Yo de Internet no sé nada”, se aventuró a decir. Pero… “¿estamos preparados para aprovechar toda la magneficiencia que nos ofrece Internet?”.
“La fórmula es utilizar la herramienta como base y no como objetivo. Yo quiero personas para personas”, aseveró. De esta forma Gatell explicó que si se pierde el objetivo podemos encontrarnos con que los recepcionistas de los hoteles tienen que rellenar infinitud de campos en el ordenador y no llegan a mirar a los ojos a sus clientes. La ficha que llegaría al director general del hotel estaría perfectamente rellenada pero ¿de qué valdría la cercanía y expectativas que nos ofrece Internet sino nos acercamos a los clientes? “Ustedes y no la maquina son los que tienen que dar sentido a las empresas digitales”, sentenció.

 


Aplicación de la Tecnología al turismo del siglo XXI. De la inspiración a la prescripción

Tras el café llegó la ponencia llevada a cabo por Borja Rodríguez, presidente de la Comisión de Turismo de ANEI y Manuel González, director general de Neoturismo que estableció la diferencia entre destino turístico e inteligencia porque, en palabras de Borja Rodríguez, “la tecnología sin inteligencia no es nada”.

Manuel González definió la cuestión semántica de inteligencia como la posibilidad de discernir o acertar. Un término que va a permitir transformar un destino en un destino inteligente. La inteligencia artificial, continuó, “son máquinas inteligentes capaces de tomar decisiones acertadas basándose en unas determinadas reglas”. De esta forma y continuando con las definiciones, “Destino tiene dos acepciones. Destino turístico como territorio y percepción”.
Si tenemos y unimos el concepto de sistema de turismo con la palabra inteligencia es cuando empezamos a darnos cuenta de que un sistema debe ser inteligente para provocar acciones.

Pasamos así de una web estática 1.0 a la 3.0 en la que la conectividad es total sin olvidarnos de la 2.0 en la que se compartía todo el contenido posible. Gracias a la tecnología las ofertas que hoy en día se entregan al turismo aparecen en el momento más adecuado. Esto es, por tanto, el ya comentado “destino inteligente”. Se habla por tanto de un alto nivel de personalización del producto y en un tiempo inmediato.
 

 
Para Borja Rodríguez la palabra tecnología se ha puesto en valor de una manera excesiva ya que nos ayuda a adaptar el destino al cliente pero en ningún caso es el objetivo en sí mismo. “El objetivo es el cliente”. Hoy en día esta tecnología es la que permite lanzar una campaña en el preciso, dirigirla al cliente adecuado y en el idioma correcto. Hablamos de nuevo de personalización.

Para el presidente de la Comisión de Turismo de ANEI, cliente, información y valor definen perfectamente lo que es un destino inteligente. Pero ¿cómo podemos medir si el destino es o no inteligente? Hasta ahora esta medición se llevaba a cabo de una forma cuantitativa pero ahora nos fijamos más en las expectativas y experiencia del cliente. Por ejemplo, el índice de recomendación de mi destino. 

Para González la involucración de las pymes es imprescindible. “Si solo están avanzados los grandes hoteles y turoperadores, nunca seremos un destino inteligente”. “Este es un negocio en el que todos somos socios del destino. Todos estamos involucrados”, sentenció.

 

La división de las etapas del viaje (pre-viaje, destino y vuelta) cerraron la ponencia de Manuel y Borja que consiguieron encandilar a todos los asistentes con la presentación de las unas gafas de realidad virtual con visibilidad panorámica en 360 grados dirigidas a los agentes de viajes.

>> ACCEDE A LA PONENCIA ON LINE


Los Destinos Turísticos Inteligentes

 


Tras la pausa café dio comienzo la primera mesa de debate moderada por Manuel González. Enrique Lancis, representante de Segittur, coincidió con los anteriores ponentes en la necesidad de que un destino inteligencia esté ligado a la tecnología. “Un destino inteligente es la generación de experiencias pero no es sólo tecnología ya que la innovación, sostenilidad y accesibilidad también son muy importantes”.

Por su parte, Carmen Hidalgo, directora del Departamento de Turismo de la UDIMA, destaca la interesante definición que Segittur desarrolla sobre los destinos inteligentes que se basan en cinco parámetros: la innovación, la infraestructura tecnológica de vanguardia, la accesibilidad, la integración e interactuación y la sostenibilidad.

Álvaro Carrillo, director general del ITH, destacó la colaboración-público privada ya que “hay que partir de los datos y hay que compartirlos”. Para Carrillo, el turismo entendido como transporte, reservas, etc. propiamente dicho está totalmente informatizado. Sin embargo, “el gran GAP está en la oferta complementaria donde hay muchísimo por hacer y por digitalizar”. Se trata de las ofertas de las pymes. Todo un reto. Si se consiguieran digitalizar todos estos datos, se incrementaría la competitividad turística en España pero es muy complicado ya es necesario darle formación de base a muchas empresas, otras tantas no tienen ordenador…

Para René de Jong, CEO de Internet Advantage, el papel más destacado del gobierno en este sentido en informar aunque la formación también es muy importante. “A un emprendedor no hay que enseñarle a emprender”, aseguró. 
Por lo tanto, “no hay que gastar dinero público en este sentido”. Un destino inteligente dice mucho, poco o nada. Nadie, continuó, va a aceptar un destino como inteligente sin más. Cada ciudad tiene que posicionarse contra su competencia y, a partir de ahí, usar la tecnología para darse un valor añadido.

Jong comentó que a día de hoy el acceso a los sites-web de turismo a través del móvil es de un 30% de todo el tráfico. Si no tienes una web responsive pierdes ese importante 30%.

Manuel González, moderador de la mesa, definió el destino inteligente como un modelo de negocio. En este punto los datos volvieron a salir a debate. Según Borja Rodríguez, todas las empresas del sector dan una información general que luego una empresa especialista transforma en datos globalizados. Datos que deberían ser reutilizables e interoperables.

En este sentido, se debatió la idea de crear un banco de datos homogéneo, de manera que las cifras y resultados obtenidos por empresas públicas y privadas sean accesibles para todas, en pos de mejorar el desarrollo de las estrategias turísticas. 

Ante esto, Jorge Ruano, CEO de Geomobile lanzó un mensaje de prudencia acerca de la creación de una BigData y de la cantidad de datos que ya de por sí van a almacenar las nuevas tecnologías. “Se puede llegar a un nivel muy detallado de la oferta de ocio. Detalle que sino está bien estructurado no sirve de nada”, aseguró.

“Si el turista lo dice y el ciudadano lo comparte es que ese destino es inteligente sino no”, sentenció Carrillo.

Aplicaciones prácticas en la experiencia turística

En la segunda mesa de expertos, moderada por Borja Rodríguez, se dio una visión mucho más práctica de los destinos turísticos con ejemplos más complejos. Esta mesa partió de la idea que tenía cada uno de los ponentes sobre los destinos turísticos inteligentes. Roberto Guijarro, director de tecnología de Madrid Destino, Cultura, Turismo y Negocio, volvió a sacar a relucir el tema de los datos optando por “small data” en vez de “big data”. 

Para Guijarro el segundo tema clave en el uso de los datos son las herramientas. El conocimiento es también muy relevante ya que es necesario “para sacar provecho de los datos y poder tomar decisiones”.

José Antonio Vicente aseguró que un destino inteligente debe tener claro el cliente al que se dirige, la propuesta a realizar, el valor del destino… Es aquí donde el marketing juega un papel fundamental. “Se debe trabajar en el concepto de diferenciación”, aseguró.

Para Luis Martín, gerente de turismo de EY, es necesario partir de un conocimiento para hablar de un servicio que sea inteligente y funcione correctamente. Además, en sus palabras “hay que incorporar esa evaluación real del cliente al producto”. Bla Bla Car fue el ejemplo que Martín puso en este debate ya que ha creado un hueco y un servicio que inexistente hasta ahora.

Juan Carlos Milena, representante de “minube”, afirmó que el acceso a los datos no sirve si detrás no hay un componente humano. “No hay que olvidar esa parte humana de la inteligencia cuando diseñemos los textos y usemos la tecnología. Tenemos que tener diálogo”, aseveró.

Gabriel Robles, de Velentis, mostró su conformidad con Milena. “Tecnología sin más no sirve de nada”. Robles presentó “Madrid Card”, la tarjeta inteligente de Madrid que permite consultar toda la oferta turística complementaria de la ciudad. Dicha tarjeta permite al usuario exportar todo el plan de viaje desde el PC a la aplicación móvil sin necesidad de datos. Además, esta tarjeta genera el post-viaje con una bitácora que el propio usuario puede revisar, modificar y añadir toda la información que considere para, posteriormente, compartir.

Otro interesante proyecto consiste en las reuniones de viajeros a través de Google Earth. Se trata de viajes virtuales que llevan un mapabloc asociado. Este mala totalmente personalizado no se puede vender aunque sí se puede vender publicidad en el mismo en formato digital. 
Las plataformas móviles y las redes sociales asociadas a los destinos turísticos inteligentes cerraron esta mesa de debate.

Por último Miguel Errasti, presidente de ANEI, agradeció a los asistentes su presencia y dio por concluido este VIII Encuentro.

 

 
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